El cartílago de tiburón, una sustancia que ha captado la atención por su riqueza en componentes clave como calcio, proteínas, azufre, colágeno y mucopolisacáridos, ha demostrado ser un aliado valioso para la salud, especialmente en lo que respecta a las articulaciones y los huesos. Este compuesto natural ha sido utilizado con fines terapéuticos debido a sus propiedades antiinflamatorias, que pueden ser especialmente útiles en condiciones como la artritis reumatoide, una enfermedad autoinmune que afecta las articulaciones y provoca dolor, rigidez e inflamación crónica. La investigación sugiere que el cartílago de tiburón puede atenuar la inflamación aguda asociada a esta enfermedad, contribuyendo así a una reducción de los síntomas y mejorando la calidad de vida de quienes la padecen. Además de sus efectos sobre la inflamación, este cartílago apoya el bienestar articular a través de su aporte de colágeno, una proteína esencial para la estructura y elasticidad de los tejidos conectivos. Uno de los componentes más destacados del cartílago de tiburón es el calcio, un mineral crucial para el cuerpo humano. El calcio no solo es vital para el desarrollo y mantenimiento de huesos y dientes, sino que también desempeña un papel integral en numerosas funciones metabólicas. Este mineral es indispensable para la regulación del ritmo cardíaco, la contracción muscular y la transmisión de impulsos nerviosos, funciones esenciales para el correcto funcionamiento del organismo. En particular, la salud ósea se ve directamente influenciada por los niveles de calcio en el cuerpo, y una ingesta adecuada de este mineral es fundamental para prevenir enfermedades debilitantes como la osteoporosis. Esta condición se caracteriza por la disminución de la densidad ósea, lo que hace que los huesos se vuelvan frágiles y propensos a fracturas.
CONTRAINDICACIONES Y/O ADVERTENCIAS
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